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Programación Python: el BASIC del siglo XXI

Con Python volvemos a disponer de un lenguaje de programación "universal" que sirve tanto a los analistas de datos y profesionales del Machine Learning, como a docentes y estudiantes de ciencias sociales como Psicología, Economía o Sociología que lo emplean para desarrollar sus proyectos académicos, docentes y de investigación.

ÍNDICE

El lenguaje de programación BASIC irrumpió en las universidades americanas al final de la década de los 60’s. Nada fue ya lo mismo a partir de aquel momento.

Sus creadores, los matemáticos John G. Kemeny y Thomas E. Kurtz de la universidad de Darmouth fueron pioneros de la evangelización tecnológica.

Hasta ese momento los lenguajes de programación eran muy poco intuitivos y resultaba inconcebible el uso de ordenadores fuera de entornos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas por sus siglas en inglés).

Pero los profesores Kemeny y Kurtz, con fama de excelentes docentes, se adelantaron a su tiempo anticipando el potencial que ofrecía la programación para mejorar la enseñanza. Junto a un grupo de jóvenes investigadores desarrollaron el lenguaje BASIC con el objetivo de acercar la programación a estudiantes y profesores universitarios de ámbitos no STEM como las humanidades y ciencias sociales.

En una video entrevista de 1991 John Kemeny afirmaba:

“Our vision was that every student on campus should have access to a computer, and any faculty member should be able to use a computer in the classroom whenever appropriate. … It was as simple as that”

Acababa de nacer BASIC, el primer lenguaje de programación cuyo objetivo principal era facilitar la interacción entre el programador y la máquina. Como consecuencia se produjo una explosión en el uso de micro-ordenadores domésticos en los años 70 y 80, que ya es parte de nuestra historia como civilización tecnológica.

Y aunque BASIC nació para acercar la computación a los entornos universitarios no necesariamente técnicos, lo cierto es que en lugar de ello se convirtió en el semillero de los futuros profesionales tech. La mayoría de los profesionales senior que desarrollaron la informática en los años 90 y primera década de los 2000 se iniciaron en la programación gracias a la entrada del BASIC en las aulas de informática de colegios e institutos de todo el mundo.

Escuela de programación rusa años 80
Escuela rusa del curso 85-86 en la que se lee “Practica el BASIC cada día” por «Переславская неделя» / В. С. Спиридонов / Wikimedia Commons / CC-BY-SA 3.0, CC BY-SA 3.0

Con el paso del tiempo y la consolidación de la informática como disciplina académica propia, otros lenguajes de programación más avanzados fueron desplazando al BASIC de las facultades universitarias. Y aunque BASIC ha seguido existiendo en alguna de sus formas renovadas, como lenguaje “universal” hacía años que había muerto de éxito. La implantación de lenguajes progresivamente más potentes y abstractos como PASCAL, C o JAVA hizo que la programación volviera a ser un territorio vedado accesible solo a unos pocos profesionales de la computación.

Python nace en el siglo XXI con muchas de las características de un lenguaje de programación moderno, pero -al igual que BASIC- concebido desde su origen para facilitar la usabilidad del gran público.

Pero lo que no logró BASIC en las dos últimas décadas del siglo XX, es decir llegar a ser una herramienta universal útil en ámbitos educativos de las ciencias sociales, lo está logrando Python en la segunda década del siglo XXI.

El creador y principal impulsor del proyecto Python, Guido van Rossum, lanzó en 1999 la iniciativa Computer Programming for Everybody (CP4E) con el objetivo de facilitar el acceso a la programación. De manera que la población general pudiera adquirir una “alfabetización básica” en programación, equiparable a los conocimientos básicos de Inglés que las empresas requieren a sus nuevos empleados.

Python nace ya en el siglo XXI con muchas de las características de un lenguaje de programación moderno, pero -al igual que BASIC- Python estuvo concebido desde su inicio con el objetivo de facilitar su usabilidad por el gran público. Y tan es así que en la segunda década del siglo XXI Python es el lenguaje de programación que más ha crecido en número de usuarios.

Al igual que BASIC, Python es un lenguaje interpretado lo cual elimina una de las barreras en la fase de desarrollo y lo acerca a emprendedores, docentes e investigadores de ámbitos no técnicos. Pero a la vez, Python es un lenguaje moderno con capacidad nativa para la programación orientada a objetos y que acepta el desarrollo y la incorporación de librerías externas. Esta convivencia de facilidad para el desarrollo y potencia en su diseño hace que tanto los desarrolladores no técnicos como los profesionales de la industria y la empresa lo hayan identificado como una herramienta útil y confiable.

Pero Python comparte además con BASIC una circunstancia importante: ambos nacen en un momento de cambio de paradigma tecnológico. Si bien BASIC nació en los primeros años de la computación y sirvió como herramienta para popularizar la programación, Python nace al inicio del siglo XXI en los albores de la Inteligencia Artificial, y de nuevo sirve como herramienta democratizadora del Machine Learning y la Inteligencia Artificial.

A día de hoy, Python es ya el lenguaje de referencia para la industria de este sector gracias a la flexibilidad que ofrecen sus numerosas librerías externas específicas para este campo.

Con la llegada de Python se cierra el ciclo y volvemos a tener un nuevo lenguaje de programación “universal” que sirve tanto a los analistas de datos y profesionales del Machine Learning, como a docentes y estudiantes de ciencias sociales como Psicología, Economía o Sociología que lo emplean para desarrollar sus proyectos académicos, docentes y de investigación.

Python comparte con BASIC otra característica: ambos nacen en un momento de cambio de paradigma tecnológico. BASIC nació en los primeros años de la computación y sirvió como herramienta para popularizar la programación. Python nace al inicio del siglo XXI en los albores de la Inteligencia Artificial.

Python es además, software de código abierto y libre distribución. Y el hecho de que cualquier persona con una conexión a internet pueda desarrollar y ejecutar un programa en un cuaderno de Python compartido en la nube hace que las posibilidades de Python para la docencia sean prácticamente ilimitadas.

Cualquier curso de cualquier disciplina que combine teoría y algún tipo de cálculo puede desarrollarse de manera activa en un cuaderno de Python. El profesor proyecta el cuaderno de Python en tiempo real en la pizarra y lo comparte on-line con sus estudiantes. Las mismas fórmulas que “fijamos” como abstracciones si las escribimos en una pizarra o las proyectamos en una presentación tradicional de PowerPoint se activan y cobran vida si las proyectamos en un cuaderno de Python.

El hecho de que cualquier persona con una conexión a internet pueda desarrollar y ejecutar un programa en un cuaderno de Python compartido en la nube hace que las posibilidades de Python para la docencia sean prácticamente ilimitadas.

Los profesores pueden presentar el contexto teórico de un caso compartiendo un cuaderno de Python que contenga textos descriptivos, las fórmulas, y su despliegue en un programa que modelice el cálculo de las variables del caso. Pero ahora se trata de “fórmulas inteligentes” o activables, que los estudiantes pueden “usar” dando valores a los parámetros en tiempo real, simulando el desarrollo del caso en distintos escenarios. Todo ello con una gran potencia para la visualización dinámica de los resultados.

En este paradigma educativo, la teoría ya no es un dogma a memorizar, si no un instrumento para modelizar el mundo de manera activa y permitir a los alumnos un análisis crítico de distintos escenarios.

Ejemplo de un cuaderno de Python, gratuito y on-line en la suite de Google.

Nada de todo los expuesto es nuevo. Los análisis estadísticos propios de la Psicología, la Sociología y la Economía se venían desarrollando con paquetes cerrados de software propietario como SPSS o Stata; pero con un elevado coste económico y muchas veces sin la posibilidad de incorporar librerías externas.

Las técnicas de Machine Learning e Inteligencia Artificial se venían desarrollado en ambientes universitarios en el lenguaje estadístico R; pero R no es un verdadero lenguaje de programación general que se integre fácilmente en los procesos de las empresas. Y finalmente la simulación de casos con fórmulas programables para la docencia se ha desarrollado también con potente software propietario como por ejemplo Matlab; pero con un alto coste económico que lo hace accesible sólo para grandes universidades.

La novedad y el gran atractivo de Python es que es capaz de hacer de manera eficiente todo lo anterior, en un entorno de programación diseñado para ser amable y accesible, sin coste económico para el usuario y con el valor añadido de tener una comunidad grandísima de usuarios que aportan y comparten experiencia y saber hacer en foros abiertos como Stackoverflow y en repositorios de código y nuevas librerías como GitHub.

Por todo ello, en los albores del Machine Learning y la Inteligencia Artificial, ¡Python es el nuevo BASIC del siglo XXI! ¿Te lo vas a perder?

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