Tras meses de confinamiento, seis prórrogas del estado de alarma y cuatro fases de desescalada, ¿podemos decir que hemos aprendido algo? Parece ser que sí.
Lo primero, es la comprobación palpable de que el ser humano no es tan listo ni tan racional como se suponía. Lo segundo, que todo esto ya se sabía. Que la lógica del comportamiento humano no era tan compleja. Ni tan difícil de descifrar.
Todos pertenecemos a la misma especie. Y, por tanto, nos comportamos de una forma muy similar
Habrá características que nos afecten de manera distinta. Por supuesto que sí. Pero, en general, nuestro comportamiento será muy parecido. De hecho, tan solo cuatro teorías nos servirán para conocernos mucho mejor. Para entender nuestra forma de comportarnos. ¿Le gustaría conocerlas?
Las personas que se sienten más amenazadas tienden a almacenar más papel higiénico
Pero empecemos por lo primero. Por las características que nos diferencian. Una reciente investigación ha evaluado por qué algunas personas de todo el mundo acapararon grandes volúmenes de papel higiénico al inicio del confinamiento provocado por el Covid-19, comprobando que este comportamiento fue una actitud propia de las personas que se sintieron más amenazadas.
El estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Saint Gallen (Suiza), la Universidad de Westfalische Wilhelms (Alemania) y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Alemania), analizó a un total de 1.029 adultos de 35 países, estableciendo que, en general, las personas que tienden a preocuparse mucho y presentan una mayor ansiedad que la media, tienen más probabilidades de sentirse amenazadas y, por tanto, de almacenar papel higiénico.
Según sus modelos, esto explicaría un 12% de la variabilidad en el almacenamiento de este producto, por lo que todavía se estaría lejos de comprender este fenómeno de manera global.
Las personas más mayores acumularon más papel higiénico, igual que los ciudadanos de EEUU
Para entender la magnitud del problema, cabe destacar que durante las primeras semanas de confinamiento, algunas marcas de papel higiénico informaron de un aumento de hasta un 700% en sus ventas.
Algo totalmente fuera de lo normal. Y a pesar de los numerosos llamamientos de los gobiernos para que los ciudadanos se abstuvieran de realizar este tipo de compras ‘por pánico’.
Otro dato curioso es que las personas mayores almacenaron mucho más papel higiénico que las personas más jóvenes, y que los ciudadanos estadounidenses acumularon mayores cantidades que los europeos.
Teorías que explican la lógica del comportamiento humano tan irracional
Pero, ¿existe alguna teoría que pueda explicar esta situación de una forma más completa? La respuesta es que sí.
En concreto, son cuatro las teorías que nos ayudarán a comprender mejor la lógica del comportamiento humano, más allá de ese 12%.
Aunque le aviso que, a pesar de conocerlas, lo más difícil será poder evitarlas. Comencemos.
1. Teoría del ‘efecto encuadre’ o ‘framing effect’
Esta teoría explica que, a la hora de tomar decisiones en un entorno desconocido, los seres humanos construyen una narrativa, un marco de entendimiento de dicho entorno que les permite responder con mayor seguridad. Se realiza en tres simples pasos:
- Se categoriza la situación que nos envuelve: pandemia histórica a nivel mundial.
- Se buscan analogías: la ciudad de Wuhan en China, origen de la pandemia.
- Y finalmente, se extrapolan las decisiones tomadas a la situación vivida en otros lugares: si en China llevan ‘x’ meses de confinamiento, aquí deberá ser muy parecido.
Por tanto, el comportamiento ‘supuestamente’ racional sería el de correr al supermercado para abastecerse. Y más, tras la enorme sobreexposición de esta situación en los medios.
2. Teoría del ‘síndrome FOMO’
En segundo lugar, se halla la teoría del ‘síndrome Fear of Missing Out’ (FOMO). En castellano, miedo a perderse algo. Esta teoría determina que a las personas les gusta estar permanentemente conectadas a lo que hace el resto.
Es decir, si todo el mundo compra papel higiénico, ¿por qué yo voy a ser diferente? Si todo el mundo hace repostería en casa, ¿por qué no voy a hacerlo yo?
No porque me guste o tenga especial interés, sino porque lo hace el resto. Porque quiero ser como ellos. Porque no me gustaría ser el único en quedarse sin probarlo.
3. Teoría de la ‘compra de los bienes básicos’
A través de esta teoría se intenta sustituir la sensación de falta de control.
“Si quieres cambiar al mundo, empieza por hacer tu cama”
William H. McCraven, Almirante de la Marina de los EEUU
William H. McCraven formuló esta frase a los estudiantes de la Universidad de Texas en su discurso de graduación.
Y es que, según este, “si haces tu cama por la mañana, habrás completado tu primera tarea del día. Esto te dará una pequeña sensación de orgullo y te motivará a realizar otra. Y al final del día, esta tarea completada se habrá convertido en muchas más tareas completadas”.
Es decir, este sencillo hábito ayudaría a generar un efecto positivo en otras muchas áreas de la vida. Porque, de hecho, si no puedes hacer bien las cosas pequeñas, nunca podrás hacer bien las cosas grandes.
Es por ello por lo que mucha gente intenta sobreponerse a un escenario que no conoce y sobre el cual no tiene control, realizando, efectivamente, tareas sencillas. Como hacer la cama. Planchar. Fregar. O ir a comprar. Porque le hace sentir mejor. Porque le hace percibir que tiene plena autonomía sobre la situación.
4. Teoría de los ‘sesgos cognitivos’
Se basa en la existencia de unos sesgos internos, innatos a todos nosotros, que afectan a nuestro comportamiento.
Como si de un interruptor se tratara, pero que, sin darnos cuenta, se encendería afectando a nuestra forma de ver la vida, de interpretar la información que recibimos.
Ejemplos de ello sería nuestra preferencia por el presente, nuestra aversión a la pérdida o nuestra predilección por mantener el status quo. Piense. Seguro que encuentra una excusa más que válida para saltarse la dieta hoy y ya continuarla mañana.
O para comprar ese producto que tanto necesita por miedo a perder esa gran oferta que le presentan las tiendas en rebajas. Incluso para continuar como está, en su trabajo, con sus amigos, con su vida.
¿Para qué cambiar si no sé a ciencia cierta si en el futuro estaré mejor?
No se engañe. No es casualidad. Por supuesto que no. Sino debido a esos sesgos internos que todos tenemos. Incrustados en nuestro más profundo interior. Y que nos hacen comportarnos de esta manera tan particular.
¿Seguirá confiando en su ‘lógica’ ante una nueva crisis?
Espero que coincida conmigo en que estas teorías que acabamos de presentar no parecen tan complicadas. Sin embargo, le aseguro que en la realidad, estas se activarán sin que se dé cuenta. De manera totalmente discrecional. Afectando a su comportamiento. A su día a día.
Conocerlas, espero que le ayude a poder evitarlas. Porque, si algo puedo asegurarle, es que otra nueva crisis vendrá. Una nueva pandemia. Un nuevo sector. Un nuevo futuro. No lo sé. Pero su lógica del comportamiento humano tenderá de nuevo a ser irracional.
“La lógica solo es el arte de equivocarse con confianza”
Joseph Wood Krutch, escritor estadounidense
Así que, llegado el momento, ¿seguirá confiando en su lógica?