Aprendizajes del 15X15 para la vida

El fin de curso en EDEM siempre nos deja una sensación extraña. Entre euforia y tristeza.

Plenitud, porque a pesar del Covid tenemos la sensación de haber dado la talla, y tristeza, porque en mi caso, voy a echar mucho de menos a mis alumnos del 15X15.

Y es, contra todo pronóstico, porque era un sentimiento que tenía aletargado de cuando era profe universitaria y creía difícil de volver a experimentar con polluelos tan creciditos.

Me equivocaba. Porque esa es una de las grandezas del curso 15X15: las personas (tanto profesores generosos, como alumnos empresarios, como staff entregado) y me llevo un sentimiento infinito de gratitud.

Gracias a Hortensia Roig por haber confiado en mí y gracias a todo el equipo que lo ha hecho posible.

Una de las grandezas del curso 15×15 son las personas

Echando la vista atrás, me doy cuenta que son innumerables los aprendizajes que me he llevado de esta edición del 15×15 tanto de empresarios como de profesionales que han compartido sus conocimientos en clase:

Aprendizajes de empresarios:

Por orden alfabético:

1. José María Álvarez Pallete (Telefónica). Humildad intelectual. Los datos como fuerza de trabajo.
2. Carlos Bertomeu (AirNostrum). Trabaja más que nadie. Fuera bichos. Resiliencia.
3. Jean Charles Decaux (JC Decaux). Elegancia en estado puro.
4. Isidre Fainé (Fundación La Caixa). Padrino. Las 4 H: humildad, humanidad, humor y honestidad.
5. Clemente González (Alibérico). Una institución con patas.
6. Amuda Goueli (Destinia). Curiosidad. Aprendizaje. Viaje entre mundos.
7. Pilar López. (Microsoft). Model coach and care.
8. Enrique Lores. Su actitud ante la vida. Encontrar tiempo para todo. Equilibrio.
9. Juvencio Maeztu (Ikea). La importancia de escuchar.
10. Javier Ormazábal (Velatia). Empresa familiar y honestidad sin filtros.
11.  Verónica Pascual (Asti Robotics). La empatía. En tu empresa hay tribus y comen otra cosa.
12.  José Remohí (IVI). Parar el tiempo biológico. La revolución de la libertad de elección.
13. Juan Roig. (Mercadona). DAR-PEDIR-EXIGIR
14. Juana Roig (Mercadona online). Asertividad. Equipo.
15. Alberto Vollmer (Ron Santa Teresa). La grandeza de las segundas oportunidades.
16. Kike Sarasola (Room Mate Hotels). Inquietud, humor y apertura.
17. Enrique Silla (Jeanología). Ser la mejor compañía para el mundo. Sostenibilidad en vena.

Aprendizajes de profesionales:

Por orden alfabético:

1. Fran Chuan. Piensa en grande, actúa en pequeño. Fragmenta.
2. Eugenio Palomero. Liderazgo de submarino vs. puente de mando.
3. Julián Quirós (ABC). Si tu madre te dice que te quiere, contrástalo.
4. Fernando Steinberg (Real Instituto El Cano). Recuperación económica post pandemia.
5. Fernando Trías de Bes. El covid como acelerador de tendencias.
6. Maty Tchey. Cuida a tu gallina.

Además, aprendimos de Hortensia Roig, que

La educación tiene el poder de cambiar la vida de las personas.

Aunque es difícil de asimilar todo este cóctel y coreografía de conocimientos, hay aprendizajes constantes que se repiten entre los diferentes ponentes como son:

• El arrojo de tirar siempre hacia delante
• El afán de superación
• La resiliencia
• El liderazgo
• La inquietud intelectual
• Las ganas constantes de aprender
• La importancia de estar rodeado de un buen equipo y de buenas personas.
• Y la colaboración (esta última resuena en mi cabeza)

La importancia de la colaboración en la empresa

En este entorno tan cambiante ya nadie tiene todas las respuestas. Simplemente porque nadie sabe qué nos deparará el futuro.

En este sentido, el COVID ha sido una gran cura de humildad para todos, para nuestras proyecciones económicas y previsiones profesionales. Y personales.

Por eso, la colaboración, la escucha y la amabilidad se tornan indispensables en la gestión empresarial. No es nada nuevo bajo el sol.

Hace décadas que la literatura empresarial habla del liderazgo de servicio (Greenleaf, Coleman), del liderazgo transformador (Burns) y las teorías (que pueden sonar muy new age) sobre la holocracia o gestión líquida en las organizaciones.

De hecho, en la antigüedad ya se hablaba de las ventajas de  empatía vs. la fuerza en esta fábula, atribuida a Esopo (s. VII ac).

El sol y el viento pugnan por ser el más fuerte. Su disputa quedará dirimida a través de una apuesta: El primero en arrebatarle una prenda de abrigo a un viandante, gana. Así pues, el viento comienza a soplar, a soplar… e incluso envía un huracán. Y solo consigue que el señor se aferre cada vez más a su abrigo. En cambio el sol, con su calor, comienza a brillar. A brillar, a brillar… y ¿qué ocurre? Que el ciudadano se lo quita. Voluntariamente.

Está claro que todo depende de la compañía y de la cultura empresarial y no se puede extrapolar la cultura de Google a una fábrica de zapatos de Elche que exige presencialidad y un trabajo mecánico y manual.

Pero lo bien cierto es que es que el COVID ha sido un gran acelerador de tendencias sociales que no tienen marcha atrás y las nuevas generaciones vienen pisando fuerte y exigiendo otras cosas como el conocido salario emocional.

¿Qué hay de la amabilidad?

Pero hay algo que, sea cual sea el tamaño de tu empresa, es muy fácil de implementar y que es gratis: la amabilidad.

Desde el servicio de In companies vemos que las empresas están demandando de nuevo programas de soft skills para manejar a unos equipos exhaustos por la fatiga pandémica.

La empatía y un acompañamiento más de servicio, de colaboración por parte de sus superiores, es una constante.

Históricamente la amabilidad ha sido percibida como una debilidad.

Nos han educado para ser agresivos, inmisericordes, lograr objetivos a toda costa. Y las mujeres en puestos de responsabilidad hemos pecado de mimetizar esos referentes, hijos de la testosterona.

Como dice, Küppers en su libro Vivir y trabajar con entusiasmo, la actitud y la colaboración son una elección. Elige ser paciente. Cuenta hasta mil, si es necesario. Ser amable es de valientes. No es sencillo ser amable con quien no lo es. Aguanta.

¿Y la reputación?

Según Bassat, en su capítulo manda sin mandar, obedecer no es sinónimo de respeto. Cada uno de nosotros nos labramos nuestra propia reputación durante toda nuestra vida. Con cada acto, con cada gesto. Como dicen los anglosajones: tu reputación es lo que dicen de ti cuando sales de la habitación.

Si pudiéramos escuchar lo que opinan los demás cuando no estamos, probablemente cambiaríamos alguna que otra cosa.

En este sentido, recientes estudios como el del doctor en bioquímica David Hamilton, demuestran que la amabilidad es rentable. Simplemente porque las profesionales satisfechos y autorrealizados, producen más.

La amabilidad es rentable

¿Quieres aumentar la productividad en tu empresa? Ahí van unos tips:

10 tips para aumentar la productividad

1. La amabilidad es un hábito, como la alegría. Elige ser alguien con quien tus colaboradores y clientes quieran trabajar.
2. El COVID nos ha cambiado. Los modelos de negocio ha cambiado. El estilo de liderazgo se transforma. Como dice Bassat: Enseña, incluye, respeta, inspira, delega, y curra como el que más.
3. La amabilidad tiene que ver con la autenticidad. Tienes que ser creíble. Y eso se consigue, según Reme Egea, siendo consistente en el tiempo.
4. En las empresas, hay tribus. Y esas tribus comen cosas que tú no comes y hay que alimentarlas. También viven en territorios inexplorados y hablan idiomas que no entiendes. Atrévete a aprender. A escuchar y a contentar a tus tribus para que se queden.
5. No eres mejor que nadie. Ni menos, tampoco. Esto lo decía Modesto Valiente, mi padre. Que era albañil. Y a la vez un sabio.  
6. La clave del éxito es ser feliz. Un éxito sin propósito es el mayor de los fracasos. Busca tu IKIGAI. Para qué has venido al mundo. Y como dice Alfons Cornella, con su acrónimo GRIT, esto va de echarle agallas (Guts), Resiliencia, Instinto y Tenacidad.
7. Ser tolerante es sinónimo de ser una persona cultivada: de haber visto muchas cosas. De haber viajado, escuchado y vivido. Aprende siempre. Sé humilde. Lee.  
8. Trabaja más que nadie pero que no se te olvide divertirte. Esto tiene que ser divertido. Quien solo trabaja se pierde mucho.
9.  Ser amable u optimista no es ser un flower power. El optimismo exacerbado es un sesgo cognitivo (Rolf Dobelli, en el arte de pensar) perjudicial. Cuidado con ser laxo o pensar que todo está bien. La amabilidad no está reñida con ser exigente en el trabajo.
10. Show time, que diría Alejandro Hernández, sonríe. La gente quiere hacer negocios con gente agradable. A veces no te apetece, estás cansado. Llueve o sencillamente no tienes un buen día. Pues, chico, bufa, que no se lo voy a contar a nadie. Relativiza. Y como diría Escarlata O’Hara: mañana será otro día.

Y recordad, somos arquitectos de nuestro propio cerebro y de nuestra vida. Como directivos, tenemos la obligación de ser adultos autónomos, responsables y continuar formándonos para no ser redundantes.

Pero lo más importante es el crecimiento personal que no puedes hacer solo. Hay personas que te hacen crecer, como las plantas, como la levadura. Elígelas. Elige a personas más listas que tú, más buenas que tú, más interesantes que tú. Que te lleven la contraria. La uniformidad es la antítesis de la creatividad.

Y de personas mejores que esta que suscribe está la XVI edición del curso 15X15, lleno. Gracias por vuestro cariño y generosidad. Por todo lo vivido, aprendido y crecido. Hoy, soy 5 centímetros más alta.