Las habilidades digitales, centradas principalmente en uso e intercambio de dispositivos digitales, herramientas de comunicación y el acceso a la información en red, nos permite día a día crear e intercambiar contenidos digitales, comunicar y compartir, así como ofrecer un conjunto de soluciones sencillas a problemas concretos.
En este sentido, resulta totalmente impensable progresar en el mundo en el que vivimos sin dominar, al menos de una forma media, este tipo de competencias digitales. De hecho, en la mayoría de los países subdesarrollados, estas competencias digitales están enormemente codiciadas, principalmente porque su adquisición permite el acceso a una posición laborar mucho más ventajosa que el resto.
De esta forma, la curiosidad o el ímpetu de aprender, puede ser un rasgo determinante para encontrar empleo en un futuro. Un hecho que pone de manifiesto que las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) han venido para quedarse, sobre todo si entendemos que el uso de éstas en tiempos de pandemia y confinamiento han puesto en valor, si cabe algún más, su utilidad.
Nuevas demandas de competencias digitales
Teniendo presente que el desarrollo tecnológico provocará, en muchos casos y en un periodo corto de tiempo, una reorientación laboral, los profesionales de hoy en día tienen el desafío de adquirir las habilidades digitales necesarias con el fin de ser capaces de adaptarse y desenvolverse en el entorno digital en el que vivimos.
Es por esto por lo que resulta necesario encontrar respuestas globales e integrales que aseguren el acceso y la adquisición de esta competencia de una forma generalizada en nuestra sociedad.
De entre ellas, la incorporación de una mayor velocidad en el acceso a la red, gracias al abaratamiento de la banda ancha, ha provocado que nuestro país sea mucho más competitivo algunos de nuestros vecinos europeos.
La educación, clave
La educación, aunque no ha sido la única, representa uno de los pilares fundamentales para la adquisición de éstas competencias y habilidades digitales. De esta forma, entre los múltiples beneficios que ha aportado, la adquisición de habilidades digitales ha favorecido a:
- Un cambio del proceso de enseñanza.
- Una nueva manera de relacionarse entre los alumnos, además de con el profesor.
“Los niños y niñas de hoy en día son nativos digitales”
Actualmente, resulta impensable entender la educación sin el uso habitual de las nuevas tecnologías. Unas herramientas que forman parte de su entorno más inmediato, y que aumenta, sin duda, el interés de los alumnos y alumnas en las actividades académicas, convirtiéndose en un elemento fundamental para ellos.
De tal manera, garantizar una educación tecnológica permite, no solo adaptarse a los avances constantes de la tecnología de una manera más natural, sino que, además, ayuda a adaptarse a las nuevas formas de trabajo y al resto de aspectos propias de la vida cotidiana.
En tal sentido, muchas de las compañías punteras se afanan por entender qué necesitan su entorno, de entre los que se encuentra el educativo, y proporcionan un conjunto de soluciones que ponen de manifiesto un aumento del rendimiento, de creatividad y de capacidad de razonamiento de los alumnos.
De esta forma, la mayoría de los planes digitales educativos proponen metodologías innovadoras, apoyadas en plataformas específicas y recursos humanos especializados. Un gran impulso para que alcancen las denominadas competencias y habilidades digitales.
Ejemplos de herramientas en el entorno educativo
Un ejemplo interesante de la introducción de estas herramientas en el entorno educativo y que muchos colegios han incluido como propias, es el uso de apoyos en el proceso de enseñanza aprendizaje como vídeos y contenidos multimedia.
Estas nuevas formas de aprendizaje innovadora y mucho más divertida favorecen la creatividad y el desarrollo del autoaprendizaje de los alumnos, además de incentivar el pensamiento crítico.
Pero no solo eso, sino que el profesor también puede aportar su granito de arena introduciendo:
- Algunas herramientas del paquete Office 365, que permite crear grupos para el trabajo colaborativo y el desarrollo, por tanto, de esta competencia.
- El edmodo, que permite compartir documentos e información en grupo tal y como si fuese una red social.
- Kahoot que nos permite confeccionar test y cuestionarios de una forma mucho más interesante.
- O el propio Dropbox que, además de guardar todo tipo de archivos en la nube, nos permite compartirlos cuando queramos.
Adaptación récord por el confinamiento
Sin embargo, el confinamiento, con la imposibilidad de acceder al centro educativo, obligó a los alumnos de forma unilateral a adaptarse en un tiempo récord a la educación online. Una situación sobrevenida, en la que alumnos, profesores y familia se han convertido en grandes expertos.
“El confinamiento permitió explotar herramientas que ya existían mucho antes”
De entre ellas, la más llamativa es la denominada tinta digital, resultado del uso de tabletas y demás sistemas electrónicos que han venido a sustituir el clásico papel y boli.
Cabe preguntarse pues si estas soluciones arrojan tantos beneficios a los alumnos, por qué no se ha implementado de forma generalizada, incluso una vez acabada la pandemia. Al respecto, y aunque se han implementado numerosos planes de mejora, lo cierto es que existe aún una brecha real entre lo que demandan los alumnos, y lo que realmente las instituciones educativas son capaces de ofrecerle.
No obstante, el BOE nº 191 de julio del pasado año, propone con conjunto de medias con el fin de mejorar la competencia digital del profesor y, en consecuencia, del alumnado.
Formación para desenvolverse en la era digital
Vemos, por tanto, que la formación en habilidades digitales es una necesidad educativa, puesto que favorece notablemente el sistema de aprendizaje.
En EDEM somos conscientes de estas necesidades, y por ellos las aplicamos en nuestros grados: Grado ADE y Grado en Ingeniería y Gestión Empresarial.
No podemos obviar que el mundo ha cambiado y sigue cambiando de forma constante, arrojándonos cada día a un mundo desconocido de propuestas tecnológicas que sustituyen en gran medida muchas de las de las herramientas tradicionales.
Unos instrumentos que son de gran ayuda en la formación de nuestros jóvenes y en su preparación para ser mucho más competitivos en el mundo que les rodea hoy y en el que les espera en un futuro.