Ha llegado la nota del examen y probablemente no esperábamos fracasar. De hecho nunca lo esperamos, pero así son las cosas, por mucho que nos dedicamos a buscar sospechosas culpabilidades a nuestro alrededor. En este post vamos a ver cómo superar un fracaso académico.
Hay varios conceptos que me han parecido interesantes compartir dado el contexto universitario en el que nos movemos.
En los años 70, es decir, la prehistoria, los psicólogos ya hablaban de una estrategia bastante habitual en el ser humano, llamada self-handicapping, refiriéndose a “todo impedimento u obstáculo para el éxito que permite al individuo desviar la causa del bajo rendimiento a su competencia y acusar dicho impedimento”.
La justificación engañosa
¿Se trataba ya de hablar de las excusas que tenemos para no haber tenido un buen resultado?
Pues no exactamente: el selfhandicapper, busca un colchón para justificar su posible fracaso pero también para valorarse y creer que a pesar del contexto adverso, ha sido exitoso. Es buena estrategia, sí, pero no la que más falta nos hace después del shock inicial.
Es probable que exista una relación entre el uso de este mecanismo promoviendo la necesidad de protección de nuestra autoestima, haciéndonos artífices de nuestros logros, aunque sepamos que no hemos trabajado adecuadamente para conseguirlos.
El self-handicapping conductual se traduce en acciones como procrastinar, reducir el esfuerzo, ser multitarea…
Se trata, simplemente de verbalizar los obstáculos como mala salud, estrés, cansancio, cosas que hacer, consiguiendo así manipular lo que los demás piensan de ti, pero sobre todo engañándote a ti mismo para no sentirte tan mal: “No pude estudiar porque estaba enfermo, no duermo bien o no me da la vida”.
Reaccionar y ponerse en marcha
Vayamos al núcleo del problema: nuestra primera reacción ante un suspenso/s debe ser la honradez, el autoconocimiento y después del lógico duelo, ponernos en marcha.
El suspenso siempre acarrea una connotación negativa, no nos engañemos, y, normalmente, aunque echemos balones fuera, nos sentimos muy mal. La autoestima nos baja exactamente al pie izquierdo. Experimentar el fracaso de forma inadecuada perjudica nuestro desempeño no solo académico si no sobre todo vital.
Puedes permitirte sentirte mal un día o dos, pero rápidamente debes resituarte y plantearte algunas cosas con total sinceridad. De momento piensa que tú eres más que el resultado de una nota en concreto.
Cuesta, pero debemos hacernos preguntas sobre cómo enfocar nuestro principal cometido en este momento, y que quizá no hemos sacado de nosotros mismos todo lo que podríamos. No se trata de reprocharse la cantidad de horas que le echamos o no a las diferentes asignaturas.
Aprender a aprender
El concepto de aprender a aprender es fundamental para saber cómo superar un fracaso académico.
Aprender a aprender es llegar a tener conocimiento de tus procesos mentales implicados en tu aprendizaje (cómo se aprende). Esta competencia incorpora el conocimiento que posees como estudiante sobre tu propio proceso de aprendizaje (insisto).
Ahí van unas ideas para saber de qué estamos hablando:
- Es fundamental conocer lo que sabemos y lo que desconocemos. Tener claro de lo que eres capaz de aprender y lo que te interesa, adelanta tu forma de estudio. Igual si te entrevistas con tu profesor/a te da alguna lucecilla.
- Debes conocer bien la asignatura y cémo la tienes que enfocar. Entender qué se nos está pidiendo respecto a los contenidos ( lo mismo de antes, además de abrir apuntes)
¿Cómo superar un fracaso académico? 7 estrategias a adoptar
De hecho hay muchas estrategias para afrontar el éxito en estas tareas. Plantéate si las conoces.
1. Metodología y proactividad
La metodología es fundamental a la hora de ver cómo superar un fracaso académico. La metodología que utilizamos para afrontar la asignatura debe ser adecuada y muy proactiva.
Aprobar, sacar buenos resultados no es una cuestión de inteligencia sino de proactividad y hoy más que nunca tenéis a vuestro alcance miles de propuestas, ayudas y formas diferentes de hacer las cosas respecto a las estrategias de estudio.
2. Focaliza tu atención en clase
Intenta no aburrirte en clase, bien practicando la atención concreta, bien con tu proactividad (participando, tomando apuntes, planteando dudas…). Sentarte medio tirado delante del profesor/a no es nada eficaz, piénsalo.
La atención en clase y tu participación en ella promueve tu motivación.
Este es uno de los 21 consejos para tu primer año en la universidad que expliqué en este mismo Blog.
3. Competitividad positiva
Evita la competitividad externamente orientada, no te favorece, piensa en la competitividad en términos deportivos, mejorar tu desempeño, hacerlo cada vez mejor, concentrado en tu crecimiento personal y no en el de los demás.
4. Ver el fracaso como aprendizaje
Suena fatal, pero aprende a ver el fracaso, en este caso el suspenso, de forma constructiva.
Aprender qué hemos hecho mal, en qué aspectos tenemos dificultades, quizá necesitamos incrementar el nivel de esfuerzo, tal vez fue un error de planificación, el uso de unas estrategias de estudio inadecuadas, incluso algo tan común como falta de hábito de estudio, no implicarme, etc.
Si defines donde debes o puedes mejorar, te darás cuenta de qué puedes modificar para no caer en los mismos errores de táctica.
5. Salir de la zona de confort
Exacto, estás pensando en la pereza que da todo esto porque todo esto supone salir de tu zona de confort, supone tomar decisiones y emprender acciones o rutinas nuevas a las que no nos hemos enfrentado.
La opción de no hacerlo es muy problemática, porque nos lleva a infravalorarnos y sobre todo a no conocer nuestros puntos fuertes, nuestras capacidades, ni mejorar nuestras debilidades.
6. Implementa técnicas de estudio
Utiliza y ponte al día en las llamadas técnicas de estudio o estrategias de aprendizaje. Hay cosas que te parecerían incluso divertidas.
7. Busca ayuda externa
Busca ayuda en un mundo donde las nuevas tecnologías están a vuestra disposición:
- Youtubers que expliquen sus trucos.
- Tiktokers que te den una miniclase.
- Profesores que quizás os descubran el craso error en que os habéis metido.
- Incluso compañeros que compartan contigo sus estrategias.
En fin, existe todo un mundo de posibilidades para ver cómo superar un fracaso académico. Además de repasar Instagram, que también.