El emprendimiento como salida profesional

Último año de carrera, 23 años y una decisión tremendamente importante que tomar:

¿Entrar en el mercado laboral aplicando para trabajar en alguna empresa o saltar al vacío e intentar montar tu propia empresa?

Así me encontré en 2016. Durante días debatimos mis compañeros de clase y yo (1ª promoción del Grado ADE para Emprendedores de EDEM) si era más interesante coger experiencia trabajando para otros o aprovechar este momento en el que no teníamos ninguna atadura para lanzarnos a la piscina y probar la idílica idea de montar nuestra propia empresa.

Veíamos que no había solamente una opción correcta. Lo que descubrimos más adelante es que cada uno tiene que encontrar lo que realmente le mueve y le motiva a despertarse cada mañana y dar lo mejor de sí mismo. Quizás esto es lo que lo hace una decisión tan complicada. 

Lanzamiento de Flamingueo

En mi caso, nada más terminar la carrera, me lancé a la piscina y monté Flamingueo, marca nativa digital de productos de tendencia. Si no te suena, seguro que has visto un flamenco hinchable gigante en alguna piscina o playa…

“Cada verano llenamos las redes sociales con fotos de nuestros productos”

Creo que acerté con el momento de hacerlo porque en el momento que empecé no tenía grandes gastos (alquiler, hipoteca, coche…).

Si hubiera esperado a coger unos años de experiencia, me habría acostumbrado a un sueldo y a una serie de gastos que me habrían frenado mucho a la hora de emprender. Por otro lado, tuve la suerte de recibir mucho apoyo por parte de mis padres y de Lanzadera (aceleradora de empresas que nos seleccionó en el verano de 2016 para hacer uno de sus programas). 

El dilema de emprender joven

Todo tiene sus pros y sus contras: recién graduado, no tienes ninguna experiencia pero en contrapartida a eso no tienes nada que perder y no le tienes miedo a nada. Creo firmemente, que es el mejor momento para arriesgarse y probar el camino del emprendimiento.

Muchísima experiencia que ganar y sobre todo si finalmente no te convence tienes todo el tiempo del mundo para encontrar una salida profesional, digamos, tradicional. 

“Si no lo haces en ese momento, cuanto más esperes, más duro se te hará”

La gente que emprende tras 10, 20 o 30 años trabajando me parecen verdaderos héroes. Unos valientes que con hijos, y estando acostumbrados a un nivel de vida deciden arriesgarse a cambiar su vida por completo para montar una empresa.

Hace falta tener mucho coraje y tiene que ser muy clara la decisión ya que será mucho más aventurado si te esperas hasta ese momento. 

Razones para lanzarse ya a emprender

Aunque tan solo llevo algo más de 6 años haciendo empresa estoy convencido de que estamos en uno de los mejores momentos de la historia para lanzarse a emprender. Cada vez se me ocurren menos excusas para no hacerlo.

Te doy 5 razones por las cuales animaría a todo recién graduado a lanzarse este mismo año:

1. No hay barreras: con la tecnología actual tan solo con tu ordenador y muchas ganas puedes montar una empresa.
2. Apoyo externo: el ecosistema emprendedor español y valenciano está cada vez más profesionalizado y puedes encontrar apoyos que aportan mucho valor (ejemplo: Lanzadera).
3. Financiación: tanto los bancos como los inversores entienden el modelo start up y están dispuestos a apoyar a jóvenes con pasión (ejemplo: Angels) .
4. Talento: analizando el ejemplo de mi ciudad, Valencia, tenemos talento de sobra para montar empresas al nivel de las de Estados Unidos.
5. Mínimo riesgo: no tienes nada que perder. Date uno, dos o tres años, y si la empresa no tracciona, podrás entonces aplicar a un puesto de trabajo de lo que más te guste.

En mi experiencia personal, no era el típico caso que tenía claro que quería montar una empresa a toda costa. La realidad es que las ganas de emprender se me contagiaron en Marina de Empresas.

“El espíritu emprendedor no creo que sea algo con lo que se nazca, sino que se contagia”

Fíjate, por ejemplo, mi novia ahora también es empresaria, tiene un taller de decoración floral (@thetallervalencia). Ninguno de los dos soñamos con esto desde pequeños, sin embargo, ahora nos apasiona lo que hacemos y en los momentos difíciles, nos vamos animando.

El vértigo de saltar a la piscina

Te cuento esto porque quiero despertar en ti las ganas de lanzarte a la piscina, y si no lo consigo aunque sea que tengas las ganas de acercarte al ecosistema emprendedor, juntarte con otros empresarios y veas ejemplos hasta que al final descubras que tú también eres capaz de montar tu empresa. Que esto no es solo para un porcentaje reducido de gente con talentos que tú no tengas.

“A diferencia del deporte, en el mundo de la empresa no solo llegan los Messi o los Cristiano Ronaldo”

Las empresas las forman y las impulsan personas normales, como tú, como yo, que tienen muchas ganas de sacar su proyecto adelante.

Quizás, después descubras que no te gusta, o que sí, pero… ¿qué pierdes probando? 

Mucho ánimo que sí que puedes. Nos vemos en el mercado.