Cuando hablamos de gestión de equipos de trabajo en una empresa, es inevitable hacer comparaciones con otros ámbitos en los que la fuerza del equipo está, de manera inequívoca, por encima de las individuales.
Por ejemplo, si nos lo llevamos al deporte, a nadie se le ocurriría decir que ganamos el Mundial gracias exclusivamente al entrenador, sino que nos vienen a la cabeza memorables recuerdos que ensalzan el concepto colectivo: el gol de Iniesta, la parada de Casillas a Robben, los goles de Villa, el ambiente generado por Pepe Reina (¡y eso que no jugó ni un minuto!). Tampoco las chicas del Valencia Basket hubieran ganado la Euroliga sin un equipo coordinado y bien gestionado.
Por tanto, cuando a una empresa tiene éxito y consigue los objetivos planificados como pueden ser ventas mensuales o alcanzar presupuesto fijado, no es, ni mucho menos, cuestión de suerte, sino que es fruto de una serie de acciones colectivas planificadas, realizadas y supervisadas correctamente.
La gestión de equipos no es una tarea sencilla pero no cabe duda que un equipo unido multiplica su valor por mil. Si eres directivo, responsable de área e incluso CEO de una empresa y tienes staff a tu cargo, no te pierdas los 7 consejos imprescindibles para gestionar a tu equipo con éxito.
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7 consejos para la gestión de equipos
Por ello, en línea con lo comentado, podemos considerar que las claves para la gestión de equipos de trabajo de una forma eficiente son:
1. Busca ejemplos en tu propia empresa e inspírate
En primer lugar, es fundamental ser consciente del impacto que tienes sobre la gente que trabaja contigo porque las personas esperamos siempre la respuesta correcta por parte de quien nos coordina.
En este sentido, y aunque has de tener definido tu estilo de liderazgo propio, aconsejo buscar ejemplos de buenas prácticas y aspectos de mejora de otros gestores tu empresa para inspirarte y saber los errores que no quizá no deberías cometer.
Elige lo mejor de cada uno y crea tu propio estilo de liderazgo
2. People first
Esto es simple: las personas somos más productivas cuando estamos felices en nuestro trabajo, hecho que coexiste perfectamente con tener responsabilidad y trabajar en un entorno exigente.
Tu manual de liderazgo debe tener subrayado en la primera página que lo más importante es cuidar a las personas. De hecho, es tan importante que sobre esta clave pivotarán el resto de claves que se citan a continuación.
3. Explota las fortalezas y minimiza las debilidades
Buscar la excelencia y el éxito al mismo tiempo que pides a tu equipo que haga cosas que no sabe hacer es igual de desastroso que hacer una “paella valenciana” con carne, pescado, pimientos y aceitunas y tener el valor de denominarla “paella valenciana”.
Por tanto, asignar tareas en base a lo que mejor se le da a cada miembro del equipo tendrá una influencia positiva en el trabajo individual y de grupo (por ejemplo, hay gente que ha nacido para la venta y otros a los que, sin embargo, se les da mejor evaluar candidatos, preparar informes, pensar en la estrategia a largo plazo, etc.).
Para ello, no está de más conocer a cada persona de tu equipo y realizar un pequeño pero valioso análisis DAFO individual para tener claro sus puntos fuertes.
Ah! Y obviamente a nadie nos gusta que nos digan en público lo que no sabemos hacer bien. Pero esto lo veremos en el punto 6.
4. Involucra al equipo en los objetivos del departamento y de la empresa
Es importante hacer visible al equipo que las labores que realizan forman parte de un “todo” y que la motivación de su trabajo no tiene que ser sólo conseguir objetivos personales (que también) sino que al conseguir estos objetivos ayudarán a la empresa a conseguir los suyos.
Cuando un trabajador ya tiene claras sus principales tareas y los resultados que ha de obtener, hay que alentarle a tomar decisiones de manera autónoma porque así se sentirá responsable y propietario de una parte de la empresa.
5. Escucha a tu equipo
Igual de importante que dar autonomía es escuchar lo que el equipo tiene que decir. A menudo es complicado dedicarle tiempo a todos los componentes de tu equipo pero, sin duda, es necesario encontrar un espacio entre tu colaborador/a y tú para poder escuchar qué tiene que decir.
Sorprende la cantidad de veces que esta técnica ayuda a muchos gestores a salir de su zona de confort y hacer las cosas diferente (¡y mejor!).
6. Ayuda a las personas a ser mejores (¡incluso que tú!)
Cuando alguien se equivoque, intenta ayudarle y enseñarle cómo hacerlo bien la próxima vez.
De hecho, lo ideal es que cada persona de tu equipo sea mejor que tú en algo: el talento bien orientado redunda en beneficio de tu área de negocio y de la compañía.
Un buen líder está rodeado de especialistas en subáreas que enriquecen el equipo de manera exponencial.
7. Esfuérzate en conocer al equipo
Conocer el plano personal del equipo con el que trabajas 40 horas semanales te ayudará, no sólo a ti sino también a todos los integrantes, a entender mejor la manera de actuar que tenemos en el trabajo.
Preguntar de vez en cuando un “¿Cómo estás?” o un “¿Puedo ayudarte en algo?” a algunos le puede parecer una pérdida de tiempo pero debemos verlo como una inversión. Si ellos sufren, tú sufres. Si ellos están contentos, tú estás contento.
La gestión de equipos de trabajo, fundamental
Por último, todo lo comentado previamente sobre la gestión de equipos de trabajo es inútil sino interiorizamos diariamente (repito, diariamente) que los objetivos de tu empresa están por encima de tu ego personal.
El éxito es el resultado colectivo de la suma de esfuerzos individuales o, ¿acaso Tarantino habría hecho películas tan buenas sin Samuel L. Jackson, Uma Thurman o DiCaprio?
Voy un poco más allá: ¿acaso el Padrino sería igual de buena sin la banda sonora de Nino Rota? España no habría ganado el Mundial sin ayuda de médicos, fisios, entrenadores de estrategia, cocineros…
Por tanto, PEOPLE FIRST!
En el post sobre habilidades directivas hablamos sobre cómo el trabajo en equipo se ha convertido en una competencia clave para liderar.